30 noviembre 2009

Ruta 66: American Splendor

El cine indie y el cómic underground. Un encuentro vital.






American Splendor

Harvey Pekar es un personaje de cómic. Y un personaje interpretado en esta película por Paul Giammati. Y una persona real, que también aparece en la película. Lo mismo se aplica para todos los personajes que aparecen en el film, bajo la dirección de Robert Pulcini y Shari Springer Berman.


La mezcla de formatos reunida no es precísamente a lo que estamos acostumbrados. ¿Crítica social? ¿Bio-pic? ¿Humor negro? ¿Documental sesgado? El mismo Harvey Pekar en persona con su esposa Joyce Brabner firman el guión de la película, más concretamente los cómics originales que adapta la película.

Un regalo para los fans del cómic... ¿no?

Reconozco mi falta de perspectiva para con esta película. Considero que hace falta cierto bagaje proveniente de la cultura de la viñeta americana para disfrutar plenamente de la historia de Harvey. Abundan las menciones a figuras del cómic, a títulos, a sucesos biográficos de otros dibujantes. Tambien ayudaría pertenecer a la época en la que se desarrolla la vida de Pekar, pues inevitablemente el contexto temporal ejerce su influencia mientras acompañamos a Pekar a lo largo de su trayectoria tanto vital como profesional.


La impresión que deja la película en un profano en la materia como yo, más amante de la ficción narrativa, está sesgada y desemboca en un sinsabor negativo. Es una experiencia bastante pesimista, el visionado del film. Harvey no es una fiesta con patas, y el hecho de que sea todo real no ayuda. El estilo narrativo me parece desequilibrado, con breves momentos pseudoartísticos, metraje real, behind the scenes?, narración en off a lo documental... un batiburrillo no muy cómodo. Al principio causó en mí una impresión de ver una comedia de humor negro, arrancándome algún bufido diversión. Pero esa sensación fue breve, pues a medida que pasaban los minutos el hastío y el aburrimiento se apoderaron de mí.


En definitiva, prefiero que defiendan la obra como debe ser los fans del cómic, pues arguyo que la película tiene un público target muy bien definido. Alienación para mí, pues estoy fuera de ese grupo.


Trivia (traducido de Imdb/Wikpedia)

Cameo: [Ted Hope] Es la voz que se escucha cuando llaman a Harvey del programa de David Letterman.

Paul Giamatti, durante la escena de la primera entrevista con David Letterman, viste la misma chaqueta que llevó el verdadero Harvey en su momento.

Jonathan Demme intentó adaptar el cómic en los 80, pero debido a que Demme no estaba establecido como director profesional, no llegó a buen puerto.

En un principio se pensó en Rob Schneider y en Leonardo DiCaprio para el papel de Harvey.

Las escenas de la “habitación blanca” se rodaron en tan sólo un día.

Cameo: [Gary Dumm] Dibujante durante mucho tiempo del cómic. Es el hombre de pelo canoso que le pide a Harvey un autógrafo de “Nuestro año del cáncer”.

Harvey comenta algo de una película sobre Robert Crumb. Es esta: Crumb (1994)

La NBC no dió permiso para que se utilizase el metraje real de cuando Pekar le cantó las cuarenta a Letterman en directo, así que ese fragmento está realizado por los actores.

Durante la escena de la primera entrevista a Harvey en el show de Letterman, vemos a Joyce de vez en cuando en la sala de espera, en compañía de un hombre que lleva un cocodrilo encima. En un principio este personaje iba ser John Waters en plan cameo.

"No te molestes ne dejar comentario, ¿para qué? Bah!"

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27 noviembre 2009

Berrinche Navideño



Actualización:
Este vídeo ya no está disponible debido a una reclamación de copyright realizada por John Waters.

Se acercan las fechas más voraces (en todos los sentidos) del año, así que dejaros llevar por la furia consumista de Divine. La escena pertenece al clásico Female Trouble que el gran John Waters dirigió en 1974.


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14 noviembre 2009

Ruta 66: Storytelling

Todd Solondz y su humor incómodo.



Cosas que no se olvidan

Bajo esta traducción tan poco acertada, se esconde otra obra más del atormentado por la realidad Solondz, Todd Solondz. Lo más probable es que los nombres que más destaquen en el reparto sean los siguientes: John Goodman y Paul Giamatti. Pero comparten relevancia Selma Blair y Mark webber.

Afirmo lo que afirmo sobre la traducción ya que la película no toca temas relacionados con el pasado, los recuerdos, las memorias o las experiencias personales, al menos no desde un punto de vista cronológico que nos haga pensar en los “recuerdos” a los que alude el título castellano.

Primer tercio, y el resto

La película se divide en dos partes no simétricas. En primer lugar se encuentra la historia llamada “Ficción” que se centra exclusivamente en unos personajes inmersos en el mundillo de la ídem a través de su grupo/club de jóvenes alumnos escritores. La historia es significatívamente más breve que la que la sucede,“No Ficción”, pero eso no impide que su intensidad haga sombra a cualquier película anterior del director.



A falta de ver Life During Wartime me atrevo a decir que este relato de hipocresía existencialista es lo más fuerte que ha parido la escabrosa mente de Solondz. El humor irónicamente negro tan característico de su obra está ahí presente, pero al espectador le resultará muy, muy duro gesticular siquiera una leve sonrisa. Al menos a los espectadores con un mínimo de conciencia parecido al mío.

No sería adecuado describir los hechos de “Ficción”. La experiencia de ver a Solondz en acción debe ser pura, sin prejuicio alguno. Él solo ya se encarga de impregnar de mácula nuestra sensación al disfrutar de su película.




Si en Ficción la narrativa literaria es el instrumento de desarrollo, en el resto del film el storytelling protagonista es la narrativa visual, el formato documental concretamente. Es en este segundo capítulo en el que ya podemos reir tranquilos ante las sutiles bromas dialécticas y visuales de Solondz. El cambio de registro dentro del humor irónico es como una bofetada en la cara. Con No-Ficción uno puede reir agusto con lo variopinto de los personajes Solondzianos.

A Solondz le gusta reciclar biografías ficticias dentro de su obra, y es por ello por lo que un servidor espera que en próximas obras se rescate al “director” de documental protagonista de No-Ficción y a su compañera editora de vídeo, personajes cuya relación tiene un juego bastante potable a mi parecer.



Trivia (traducido de Imdb)

Actualizado el 15 de noviembre de 2009

En un principio había una tercera historia cuyo protagonista iba a ser James Van Der Beek. Su argumento cuenta cómo un estudiante univeritario va aceptando su sexualidad. Al final no se incluyó en la película. Act.: Concretamente, Van Der Beek interpretaría a un jugador de fútbol americano que "no ha salido del armario". La leyenda dice que por tocar un tema tan peliagudo (al menos en los USA) como es la homosexualidad, el material se eliminó tras unos pases en festivales de cine. Gracias a Solondz por la info.

Act.: La polémica del cuadrado rojo. En la brutal escena sexual de Ficción había un cuadro de un llamativo color rojo que tapaba las imágenes. Fue un recurso para evitar las restricciones del sistema de clasificación por edades impuestas por la MPAA (Asociación Cinematográfica de Estados Unidos). En un principo, en el cuadrado iba a estar escrita la palabra "CESURADO", pero la MPAA no lo permitió, pues ellos no se consideran "censores". Solondz describe lo del cuadrado como su postura política sobre la censura impuesta por la MPAA. En la versión internacional de la película no hay tal cuadrado, pero en los DVD's americanos sí que hay una opción para ponerlo. Gracias a Solondz por la info.

En la habitación de Toby Oxman puede verse un póster de la película “Celebración” (1998)

Emmanuelle Chiriqui, Adam Hann-Byrd, y Heather Matarazzo (Nota de Aka: esta última la “poecita” Dawnie Wiener de Welcome to the Dollhouse) grabaron escenas que al final tampoco se incluyeron en la película.

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09 noviembre 2009

Youth in Revolt





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01 noviembre 2009

Ruta 66: Pink Flamingos

Un ejercicio de mal gusto.

Pink Flamingos





John Waters es un tipo la mar de simpático y dicharachero. Suele dirigir, escribir y producir sus propias películas de forma totalmente independiente, como nos gusta aquí. Pero también le dá por utilizar a la misma troupe de interpretes chungos y horteras, lo cual no nos gusta tanto. Tanto en la película que toca tratar esta vez en Ruta 66, como en varias películas más de Waters de finales de los 60 y hasta los 80, toman parte los siguientes individuos: Divine, David Lochary, Mary Vivian Pearce, Mink Stole, Danny Mills, y Eddith Massey. Merece la pena mencionar que estos nombres son los principales por que tienen mucho diálogo en el film, porque a nivel interpretativo destaca todo el reparto al mismo nivel: uno muy profundo.

Divine, diva entre divos

La historia de Pink Flamingos no es surrealista ni imposible, así que con eso no hay problema. Es una trama perfectamente plausible, pero lo malo es eso, que uno no querría que así fuera. Divine, es un travelo con una personalidad inmunda que le acarrea una fama morbosa. Pasa sus días en un entorno idílico: Una caravana de color rosa uy hortera en mitad del bosque. Vive junto a su madre, que padece un trastorno mental grave que le lleva a obsesionarse con los huevos, junto a su hijo Rackers, otro que tal baila, pervertido sexual semi-zoofílico, y por último, Cotton, otra hortera que le dá al voyeurismo. Divine tiene una clara meta existencial: Ostentar el título a la persona más inmunda y asquerosa del mundo. Precioso.



Pero a Divine se le presentan dos rivales que no se quedan atrás en cuanto a moral podrida. Una pareja de freaks sin nada mejor que hacer que secuestrar mujeres para embarazarlas y vender sus hijos al mejor postor. Ah, y pervertidos sexuales en su tiempo libre. Al final de la película uno no sabe quién es más inmundo, de verdad. Me atrevería a señalar con el dedo al propio Waters.



Lo que pasa con Flamingos

Es incómodo ver esta película. Bastante. No me quiero imaginar qué pasaría si se diese la situación en la que una persona, ignorante del contenido de la película, la pusiese en un ambiente familiar o entre amiguetes para pasar la tarde.

La película es puro material amateur. Tú lector, puedes pillar una cámara y hacer lo mismo que ha hecho Waters, pero seguramente no te atreverías. Lo único que no está al alcance del cinefilo de a pié es tener los arrestos y los huevazos para rodar escatológicas escenas a la altura de las de Flamingos. Porque Pink Flamingos lleva la escatología visual a un nuevo nivel, uno muy raro y extraño. De hecho creo que al espectador le puede producir mareos el hecho de que Waters se pase toda la película con la cámara en la mano, pasando de pillar un trípode, o un cacho palo largo para que la imagen adquiera algo de estabilidad.



Atención a la cuerda blanca del tronco en las dos instantáneas...

Se supone que es una comedia. Yo no me he reído. Buscarle algo positivo a la película es difícil. Pero me doy cuenta de algo: Durante el visionado tenía, debía, verla hasta el final por lo impresionado y cautivado que estaba. Y ese mérito hay que concedérselo a Waters.

Lo mejor, algo que no es la película

Esto es realmente relativo. En la edición en DVD a la que tengo acceso, viene un extracto de vídeo a modo de extra/documental con Waters como protagonista, comentando y presentando metraje inédito que no se incluyó en la película por motivos desconocidos (no hay apenas diferencia con el producto final, ni cualitativa ni leches, ¡es la misma basura! De ahí la relatividad que comento). Es un regalito muy simpático por parte del señor Waters. Verle comentar su peculiar obra como si fuese la cosa más normal del mundo no tiene desperdicio



Trivia (traducido de Imdb)

Los excrementos del perro en la última escena son reales. John Waters cuenta que le dieron de comer chuletas los tres días antes.

Sello personal del director: [Referencias al asunto de la familia Manson]. En una escena en la que Divine va paseando por Baltimore, podemos leer “Liberad a Tex Watson” en un graffiti de una pared. Y en el apartamento de Connie y Raymond hay una foto de Susan Atkins. Ámbos implicados en los famosos asesinatos de la familia Manson.

Se rodó durante los fines de semana. Los días laborables John Waters recaudaba dinero.
La casa de los Marble estaba alquilada por John Waters y Mink Stole. Los interiores se filmaron en la parte de la casa que pertenecía a Stole. Para la grabación, apenas modificaron la decoración original.

David Lochary Mink Stole diseñaron y se tiñeron su propio vello para la película.

Había una subtrama sobre “vengarse de Cookie”, pero se eliminó del producto final.

Para la reedición de 1997 se cambiaron algunos temas musicales. Un ejemplo notable es el cambio de "Sixteen Candles" de The Crests, por "Happy, Happy Birthday, Baby" de The Tune Weavers, en la escena de la fiesta.


According to director John Waters, the film's budget was so tight, that he could not afford "A" and "B" reels. The work print was in effect the master copy.
(Nota de Aka, solicito ayuda de los lectores para esta info.) Traducción por Solondz: "Cuenta Waters que el presupuesto era tan ajustado que no se podian permitir copias de trabajo. Las copias de trabajo eran de hecho, el master final"

Los créditos iniciales son de los más largos de la historia. En ellos aparecen todos y cada uno de los actores y los extras de la película.

Durante el rodaje, arrestaron a Divine por robo. En su defensa, dijo que era un actor de método interprentando a un criminal.

John Waters quería a un tipo llamado “Mr. Ray” para que fuera el narrador de Pink Flamingos. Mr. Ray era un famoso locutor de radio para anuncios sobre el cabello y era conocido por su marcado acento de Baltimore. Mr. Ray rechazó el papel, así que Waters grabó la voz en off imitándole bajo en seudónimo de “Mr. J”.

Al parecer, David Lochary se coloreó el pelo de azúl con un rotulador de punta gruesa.
Cuando Connie y Raymond llaman a la policía para denunciar la fiesta de cumpleaños de Divine, Raymond da la dirección real del emplazamiento.

En algunos cines, se repartieron bolsas para vomitar marca “Pink Phlegm-ingo”.

El “Cantante Anal” (Nota de Aka: dios...) no aparece en los créditos a petición suya. John Waters afirma que “permanecerá en el anonimato. Es su decisión”. Sin embargo, el fulano no tiene problemen revelar su relación con la película delante de sus amigos.

En la fiesta de cumpleaños Divine y sus invitados inhalan de verdad nitrato amílico. En aquella época, en USA era legal comprar “poppers” de esa sustancia en las farmacias. Si uno se fija en la cara de Divine en esa escena, ella estalla en carcajadas de repente. John Waters dice que ahí “le da el subidón”.

Elizabeth Coffrey (“La Pava con Pene”) era un hombre transexual preoperado que había estado bajo tratamiento hormonal para conseguir los rasgos femeninos que se ven en la película. Se operó para quitarse el pene justo una semana después de rodar la escena en la que aparece en Pink Flamingos. Vuelve a aparecer en la siguiente película de Waters, pero ya como mujer.

John Waters escribió una secuela llamada “Flamingos Forever”. La trama tendría lugar en Baltimore, con el regreso de la pandilla de Divine a la cual se uniría el nieto de Divine, un travesti de 8 años. Su némesis en esta película sería Vera Venninger, la hermana de Connie Marble, junto a su marido Wilbur, un necrófilo dueño de un tanatorio. Troma Films iba a financiar el proyecto con 600.000 dólares, pero no se llevó a cabo por culpa de las muertes de Edith Massey y de Divine. Además, Waters estaba MUY descontento con las instalaciones de Troma para la edición de las películas, las cuales eran Moviolas antiquísimas de los orígenes de la edición fílmica. El guión de esta obra está disponible junto a los de Pink Flamingos y Desperate Living en una colección llamada “Trash Trio”.

El coche del matrimonio Marble perteneció a un hombre de raza negra que John Waters conoció durante la fase de pre-producción en Batimore. A cambio de poder usar su coche, Waters prepararía la siguiente escena en la que aparecería: Connie sale hablando con un espejo mágico y dice “Espejito, espejito, dime, ¿quién es la más inmunda de todas?”. Entonces un negro vestido así aparecería de entre una nube de humo y diría “Es Divine”. Pero Waters no conseguía que los efectos especiales funcionasen correctamente, así que se eliminó la escena de la película.

En el documental MIDNIGHT MOVIES, John Waters dice “Estaba colgado cuando escribí Pink Flamingos. NO estaba colgado cuando la realicé”

Según el diseñador de producción Vincent Peranio, el departamento de arte sólo disponía de 200 dólares de presupuesto. Se gastaron la mitad en comprar la caravana, la otra mitad en decorarla. “Después de quedarnos sin dinero, lo que hacíamos era robar cosas”.

Lo único de lo que se arrepiente Waters es de la escena de la felación. Fue incómodo pues los actores eran amigos en la vida real. También siente que es la parte más “pasada de rosca” de la película: acababan de estrenar “Garganta Profunda” y la escena en cuestión era una crítica de Waters a la moda del “porno chic”.

En el guión original había una escena en la que se prendía fuego al pelo de Connie. La actriz que interpretaba a Connie, Mink Stole, en un principio estaba de acuerdo en hacerlo, pero cambió de idea más tarde. John Waters cuenta en el audiocomentario que estába contento con su decisión, pues sino ella habría acabado con quemaduras de tercer grado en la cabeza y él habría ido a la cárcel.

En la escena de sexo entre Crackers y Cookie una gallina muere de verdad. En una de las escenas restauradas en 1997 se ve cómo cocinan su cadáver para cenar.

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